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SIP!, un envase que reduce el impacto medioambiental, gana el James Dyson Award 2018 en España

El proyecto diseñado por las estudiantes del IED (Istituto Europeo di Design), pasará, junto con el resto de ganadores y finalistas de los 23 países participantes, a la siguiente ronda de valoración para competir por el premio final de 35.000 euros.

El 5 de septiembre se desvelarán los nombres de los finalistas y el ganador de la edición nacional del James Dyson Award 2018; el concurso que se celebra cada año gracias a la Fundación James Dyson. SIP!, diseñado por Sofía Cabrera y Audrée d'Anjou, estudiantes de Diseño de Producto en el IED, parece sencillo y predecible a simple vista; pero lo realmente importante es el porqué de su creación y la enorme reducción del impacto medioambiental que supone respecto al resto de envases convencionales.Es por ello que ha sido seleccionado entre los 62 proyectos españoles que han participado en esta última edición del James Dyson Award.

  • Cuando EcoHelmet se proclamó ganador del JDA 2016, James Dyson afirmó que resolvía un problema obvio de una manera increíblemente sencilla. “Su simplicidad entraña una gran labor de investigación y desarrollo.

Las diseñadoras quieren demostrar que “pequeños cambios, tienen un gran impacto” y hablan de su producto como un “todo en uno”. En una sociedad en la que que cada vez disponemos de menos tiempo para sentarnos tranquilamente alrededor de una mesa y la comida rápida o para llevar está a la orden del día, SIP! pretende hacerse un hueco e implantar su nuevo concepto de envase de bebidas.

Tras meses de investigación, encontraron alternativas para las tapas y las pajitas convencionales de polipropileno (PP), las de bambú, comestibles o PLA… todas ellas buenas opciones pero con serios problemas a la hora de desecharlas.

  • En Estados Unidos se utilizan más de 500 millones de pajitas desechables cada día y la gran mayoría, terminan en vertederos o en los océanos. Tristemente el mundo se ha acostumbrado a utilizarlas. Las grandes multinacionales las utilizan en abundancia, lo que hace que sean muy difíciles de eliminar.

¿Y si se recicla la pajita? Generalmente las pajitas están hechas de PP que, dependiendo del tipo, son aceptadas en las instalaciones de reciclaje o no. Cuando sí lo son, la mayoría se pierden por el camino debido a su ligero peso y tamaño.Utilizando un papel cubierto con una capa de polietileno (PE), un material común en todo el mundo que se utiliza actualmente en aquellos paises que no disponen de las instalaciones apropiadas para el reciclaje de otros materiales, Sofía y Audrée logran reducir significativamente la cantidad de plástico utilizado por pajita. Además, elimina los problemas en la cadena de reciclaje ya que, al ser todo de un mismo material, no hay necesidad de separar cada parte (tapa, pajita, envoltorio de pajita y vaso)

Con este enfoque, también pudimos adaptar la longitud de la pajita al tamaño de vaso, reduciendo así una cantidad generosa de plástico en cada pajita: respectivamente 77%, 81% y 85% para el tamaño de vaso grande, mediano y pequeño*. Después de encontrar una forma de integrarlo en el vaso para que permanezca apilable, nos encontramos con otro problema: la tapa. Parecía fantástico que estuviéramos eliminando un paso de separación combinando la pajita y el vaso, pero no parecía lógico dejar la tapa como otro objeto hecho de un material diferente para separarlo cuando se tratara de reciclar o de utilizarla para abonar.”afirman las estudiantes.

Los anteriores ganadores internacionales abordaron problemas como la detección del cáncer de piel de manera no intrusiva y más económica, el transporte de vacunas en países en vías de desarrollo o el desperdicio global de alimentos. Ahora, en la 15ª edición del concurso nos centramos en el reciclaje y el medio ambiente, recordando las palabras del propio James Dyson: “Los mejores diseños suelen ser los más simples”; menos es más.

*Medidas medias de envases de bebidas en España

Finalistas nacionales:

ALEAF

Tiene como función principal abastecer dispositivos electrónicos de manera sostenible y autónoma, a través de materiales piezo-electrécticos y piro-eléctricos poco aprovechados en el mercado actual.

Grupo: Celia Sánchez Naranjo, Ariadna Esteban Caballero, Sila Martínez López y María Sacristán Esteban (Universidad Politécnica de Madrid)

 

EOGU

Es un panel eólico que produce energía limpia utilizando el viento. Diseñado para entornos y velocidades de viento urbanas, facilita que los edificios de ciudad se mantengan con energía renovable, siendo un 20% más eficiente que los competidores de tamaño similar.

Grupo: Andreu Giménez Bolinches, Miguel Sánchez y Juan Sánchez Melgarejo (Universidad Politécnica de Valencia)

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